Desde la presentación, que contó con la presencia de nuestro director, Ángel Benito, se estableció la necesidad de que el deporte femenino no necesita eventos puntuales, o acciones de un día que quedan en el olvido, lo que de verdad necesita es “un cambio constante y estructural”. Esta fue una de las frases más repetidas por parte de todas las invitadas que acudieron a compartir su experiencia y entre las cuales destacaron nombres tremendamente conocidos en el panorama del deporte olímpico como Ana Carrascosa o Jennifer Pareja. Además, también se estableció una necesidad de contar con mujeres en los cuadros directivos de los órganos de poder relacionados con el deporte. “Si queremos la igualdad tenemos que tener más presencia, realizar un cambio en la estructura y no cesar en nuestro trabajo”, sentenció Ainhoa Azurmendi, autora de la guía para incorporar la perspectiva de género en las federaciones deportivas vascas.
Todas las ponentes hacían hincapié en ese aspecto. No obstante, la cosa no quedó ahí y es que muchas sentenciaron que también a través de la gestión del deporte se puede trabajar en favor de la igualdad. Una iniciativa tan simple como cambiar el estilo musical presente en un club deportivo puede ser un claro ejemplo en busca de la igualdad y de eso se podría encargar el gestor deportivo de cualquier entidad. Así pues, los alumnos de nuestro máster, al margen de que les pudieran calar más o menos las palabras que escucharon durante el congreso, ahora saben que la labor de un gestor deportivo va mucho más allá y que pueden ser parte importante del trabajo en busca de la igualdad en el deporte. Se trataría de gestionar políticas en un club en busca de la igualdad, de dar participación a las mujeres en aspectos de dirección o simplemente de evitar comportamientos o actitudes que puedan interpretarse como vejación a la mujer.
Por último, otra idea que se evidenció en el Congreso y que es un trabajo que costará y que necesitará de la concienciación de los amantes del deporte es el que concierne a los medios de comunicación. Se estableció que ahora mismo “vende más el deporte masculino y que la gente consume antes vídeos sobre el cuerpo de algún futbolista que sobre cualquier otro deporte”. Tal es el problema, que se evidenció que la solución es tan simple como fácil: “En los medios de comunicación se tiene que hablar de DEPORTE”. Esta podría ser pues, la conclusión de un evento que no dejó indiferente a nadie y que según todos los asistentes, “podría marcar un antes y un después en la concepción del deporte femenino”.