El presidente de la LFP, Javier Tebas, se pronunció sobre el actual estado del fútbol nacional. ‘La Liga debe ser reguladora de la competición, sobre todo económica. En 15 años no se había abierto ningún expediente por problemas económicos a un club y desde nuestra llegada hay ya cinco o seis. Los clubes se han dado cuenta que deben tener un regulador externo, porque si no se desvirtúa la competición. Es una regulación dura pero muy necesaria’.
Le secundó el recientemente reproclamado máximo mandatario de la Liga Nacional de Fútbol Sala, Javier Lozano, quien abogó por convertir las ligas ‘en verdaderas unidades de gestión. Nosotros llevamos tres años arrojando beneficios, con los que ayudamos a los clubes. Pero para eso hemos dejado de ser una federación para convertirnos en una empresa. No hay funcionariado y todo el mundo arrima el hombro. Por eso no debemos ningún dinero a nadie’.
Una visión distinta reflejó Esther Queraltó, secretaria general de la Liga ACB, que apostó por tratar de buscar ‘una independencia real de las Ligas, porque la Ley Del Deporte lo impide. Es una actividad privada que se ha publificado, porque los Parlamentos Autonómicos han legislado que se debe llegar a un acuerdo con las federaciones. Esto ha llevado de facto a una liga cerrada, puesto que en los últimos años ha habido ascensos que no han podido efectuarse como consecuencia de la obligatoriedad de pagar un canon para hacerlo. Da la sensación que los clubes se ponen normas económicas para suicidarse y no cumplirlas’.
Por su parte, el secretario de ASOBAL Ricard Hijós planteó un discurso donde aseguró que el deporte es sabio ‘porque solo en tres ciudades coinciden equipos de fútbol y balonmano y en otros tres de balonmano y baloncesto. Nuestro deporte ha derivado a localidades que se vuelquen con él y sean capaces de permitirles vivir a través de subvenciones y patrocinios privados’.